BERNIKÉ. Capítulo I


Los negros nubarrones trajeron consigo una incesante lluvia, acompañada de interminables truenos que rompieron con sus estruendos la calma de la costa de Valentia. En el huracanado viento se formó la horrible figura de un gigante ser que con sus poderosas garras arrancó del oceano a una hermosa princesa de agua. La arena observaba impasible, bloqueada por el viento, cómo aquél gigante se la llevaba perdiendose en el horizonte. Entonces surgió de la arena un caballero montado sobre su majestuoso corcel negro.

Cabalgaba bajo la lluvia soportando el peso, cada vez mayor, de la armadura y la túnica empapada; y su fiel compañero equino hundia sus cascos en la arena con cada paso. Pero debía seguir adelante, pues había perdido su manto de salitre, le habían separado de su amada princesa de agua.

Avanzó raudo hacia el Oeste, conocedor de que se adentraría en tierras oscuras, donde el Sol marchaba a morir cada tarde, en dirección al Valle de Saetabis. Pero su gesto era sereno y valiente; en su escudo, sobre el dibujo de una flor de petalos azules, había grabada una palabra con letras griegas, BERNIKÉ "portadora de la victoria"...

sábado, 4 de abril de 2009

SentiR..*


Cuando quieres abrirle una ventana al corazón, cuando sientes que el alma se te va, cuando tienes miedo...sales corriendo. Pides ayuda a gritos, pero nadie te escucha, hasta que acabas acurrucada en un rincón vaciando todo lo que sientes en tu interior.

Tu cabeza no dejaba de recordar aquellas palabras que le regalaste una tarde de abril, donde el sol brillaba para iluminar tus ojos verdes, donde las nubes dibujaban formas en el cielo invitándote a que corrieras detrás de ellas, donde decidiste entregarte sin más esperando que sus brazos te protegieran siempre.

Quizás te equivocaste al escribir en un papel tu alma... quizás hubiera sido mejor no entregar todos tus sueños de niña...

Ahora cierras los ojos en el oscuro rincón. Tu mente vuela más deprisa que tus pies, imaginas como el sonido del mar te envuelve haciéndote girar entre las olas. La luna te observa desde las alturas, bella en su resplandor, mágica como jamás la habías visto, entonces te dejas llevar por la marea y... te sientes viva... Sientes como su piel roza todo tu cuerpo hasta hacerlo estremecer, sientes como recorre con sus labios cada parte de tu cuerpo, te sientes viva. La brisa moja tu cara llenándola de estrellas que preguntan por qué te duele tanto amar.

Es en ese momento cuando realmente descubres todo el dolor que llevas dentro, te das cuenta de que has estado regalando besos robados, tu corazón no soportaría una decepción más y te sientes muy muy pequeñita, insignificante.

Somos capaces de sentir tantas cosas a la vez, mezclar sentimientos, pensamientos, sensaciones, y sin embargo sólo reimos o lloramos. Tenemos capacidad para hacer florecer sonrisas en lágrimas, y llantos en carcajadas, pero no podemos expresar más allá de eso.

Empezarás a vivir el día en el que tu corazón sea capaz de expresar lo que sientes sin risas ni lágrimas de por medio.


jueves, 2 de abril de 2009

 
El baúl sin cerrojo... - Wordpress Themes is proudly powered by WordPress and themed by Mukkamu Templates Novo Blogger