BERNIKÉ. Capítulo I


Los negros nubarrones trajeron consigo una incesante lluvia, acompañada de interminables truenos que rompieron con sus estruendos la calma de la costa de Valentia. En el huracanado viento se formó la horrible figura de un gigante ser que con sus poderosas garras arrancó del oceano a una hermosa princesa de agua. La arena observaba impasible, bloqueada por el viento, cómo aquél gigante se la llevaba perdiendose en el horizonte. Entonces surgió de la arena un caballero montado sobre su majestuoso corcel negro.

Cabalgaba bajo la lluvia soportando el peso, cada vez mayor, de la armadura y la túnica empapada; y su fiel compañero equino hundia sus cascos en la arena con cada paso. Pero debía seguir adelante, pues había perdido su manto de salitre, le habían separado de su amada princesa de agua.

Avanzó raudo hacia el Oeste, conocedor de que se adentraría en tierras oscuras, donde el Sol marchaba a morir cada tarde, en dirección al Valle de Saetabis. Pero su gesto era sereno y valiente; en su escudo, sobre el dibujo de una flor de petalos azules, había grabada una palabra con letras griegas, BERNIKÉ "portadora de la victoria"...

sábado, 4 de abril de 2009

1 Comment:

cuenk said...

Vaya, hombre, vaya. Me ha gustado la idea de narrar una historia en el blog, te la cogeré prestada. Sigue así, es una buena forma de que la gente se enganche a leer tú blog, bueno, vuestro, yo empiezo a engancharme. Esperaré al segundo capitulo pues...

 
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